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El queso en la repostería

agosto 11, 2016 0

 

 

 

 

 

 

El origen del queso es un misterio tan antiguo que puede que se remonte hasta el Neolítico con la domesticación de animales como la oveja o la vaca, productoras de leche.Este alimento es otra invención humana fruto de su curiosidad, puesto que observaron que tras cierto tiempo y con la influencia de ciertas temperaturas, la leche cuajaba, dándonos este delicioso manjar.

Actualmente se realiza queso con la leche de vaca, cabra, oveja, búfalo, camello y otros mamíferos rumiantes que con la ayuda de bacterias naturales acidifican la leche. Todos estos tipos de leche hacen las delicias de los artesanos productores de queso, ya que juegan con ellas para crear texturas y sabores únicos.

Tradicionalmente se comía en crudo, pero hemos avanzado hasta el punto en el que, en repostería, este ingrediente es capaz de potenciar de manera excepcional los postres, tanto en dulces como en salados.

¿Qué tipos de quesos se usan en repostería?

  • Mascarpone: con origen en el norte de Italia, el mascarpone es un queso cremoso, consistente y de sabor dulce. Es muy conocido por ser uno de los mejores para las creaciones pasteleras, puesto que su alto contenido en grasa hace que sea muy versátil para elaborar rellenos, mousses, cremas y tartas. El queso mascarpone es el protagonista indudable del tiramisú.
  • Feta: el queso feta, de origen griego, es muy estimado en la cocina por su textura y sabor. Es de textura blanda, aunque su consistencia es sólida y flexible, no tiene piel y se comercia en porciones rectangulares o en forma de cuña.
  • De Burgos: es uno de los quesos más famosos de Castilla y León y el más popular entre la gama de los quesos frescos. Es de textura blanda, de color blanco y acuoso. Es un queso que se utiliza muy a menudo en los hogares como postre acompañado de miel, membrillo o nueces. También os animamos a realizar el típico flan casero, pero añadiendo queso de Burgos, ¡os sorprenderá!

Y no es de extrañar que este ‘productazo’ cada vez se utilice más, pues tiene infinidad de propiedades beneficiosas:

  • Para comenzar es rico en ácido linoleico y en esfingolípidos; componentes de leche grasa que ayudan a reducir el riesgo de cáncer y padecimientos por parte del corazón.
  • Hablando del motor de nuestro cuerpo, la grasa del queso es una potente fuente de energía. Específicamente cuenta con Omega 3 y 6 que son beneficiosos para el sistema cardiovascular, reproductivo, inmunológico y nervioso.
  • También es beneficioso para el crecimiento celular, en parte por las grasas anteriormente mencionadas y por su contenido calcio y fósforo que fortalece sobre todo huesos y dientes, previniéndonos así de enfermedades como la osteoporosis.
  • Asimismo, contiene las beneficiosas vitaminas A y D que ayudan a mejorar la vista y el sistema inmunológico.

Últimamente en la repostería más vanguardista, el queso es cada vez más protagonista gracias al clásico cheescake, que progresivamente se aleja de la conocida crema de queso la galleta crujiente y una mermelada de frutos rojos o frambuesa, dando paso a propuestas mucho más creativas y fantasiosas.

Por ejemplo, en Da Silva Gastronomía hemos dado otra perspectiva al tradicional cheescake presentándolo dentro de un vaso con un cremoso de queso con una geleé de oasis y frambuesa y un toque de lima y vainilla, y, cómo no, un toque de crujiente con galleta y mantequilla.

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Tanto como aperitivo con miel y vino, como en un buen postre con chocolate o en crema, no dudes en probar el lado dulce del queso.

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