Amor, la química del chocolate

Frecuentemente hemos oído llamar al chocolate sustituto del amor, se le atribuyen propiedades afrodisiacas y está relacionado con muchas creencias populares.

El pueblo olmeca, ya hace 2.000 años, comenzó a elaborar una bebida que alteraba la mente con las bayas del cacao. Los aztecas, asociaban esa bebida con su diosas de la fertilidad. El emperador azteca Moctezuma II bebía unas 50 tazas de chocolate al día para mantener el vigor sexual…

Pero, ¿qué hay de cierto en toda esta mitología? La química del chocolate hace que éste produzca diferentes acciones en nuestro organismo debidas a cada uno de los compuestos.

Cafeína aunque el contenido es menos que si te tomas un café, debemos tener en cuenta que el chocolate también contiene este excitante.

Feniletilamina sustancia que también se ha descubierto hace poco que contiene el chocolate. En 1980, se desarrolló una teoría que asociaba la feniletilamina con el sentimiento del amor; considerando que su producción en el cerebro estaba asociada a eventos tan simples como un intercambio de miradas, un roce, o un apretón de manos…. Además está relacionada con drogas como las anfetaminas o el LSD.

Otra de las sustancias que encontramos en el chocolate es el triptofano, aminoácido que produce la serotonina, sustancia placentera que inhibe la depresión.

Anandamina, esta sustancia es un neurotransmisor, el compuesto más intrigante del chocolate, dedicada a la comunicación entre neuronas. Actúa de forma parecida al THC, componente activo del cannabis; pero haría falta comer 25 kilos de chocolate para conseguir el efecto de un cigarrillo de marihuana.

Otra ventaja es que al combinarlo con leche se proporciona exorfina, un analgésico natural y teobromina, sustancia similar a la cafeína, que potencia el rendimiento y estimula la circulación.

Afrodisiaco o no, nos encanta y ¿qué mejor forma que demostrar nuestro amor que con un poco de chocolate.?

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