¿Cómo maridar vinos y chocolate?

Maridar vinos con los alimentos es siempre una ciencia inexacta, ya que lo que para una persona es una auténtica delicia, para otra puede resultar algo insulso y sin interés. Así se suele decir que la belleza está más en el ojo del espectador que en la propia obra… Por tanto, lo que apuntamos a continuación son tan sólo unas ideas que pueden ayudar a iniciar la búsqueda de estos equilibrios.

Los chocolates negros con carácter amargo que se degustan en onzas, pueden maridar con el color dorado de un gewürztraminer vendimia tardía, con aromas a fruta confitada y a especias de un refinamiento extremo. Esta misma experiencia se puede conseguir con un sauternes o con un Pedro Ximénez. Una sensación floral, que puede resultar más persistente y profunda.

Una asociación menos compleja pero también interesante es la que se da con un Banyuls Grand Cru servido entre 12 y 17 grados con un chocolate grand cru o monoorigen de Tanzania o de Venezuela.

Los grandes chocolates con leche acompañan de maravilla a un vino semidulce de Rueda o un Rivesaltes de color teja añejo con aromas a frutas confitadas, pan de especias y miel.

Con los chocolates blancos dulces y generosos combinan a la perfección tintos dulces de Monastrell, oportos blancos, o los vinos de licor.

Algunos tintos pueden acompañar a ciertos chocolates, eso sí hay que servirlos en pequeñas cantidades para que sus aromas resalten los del chocolate, no los oculten. Una onza de chocolate negro con un crianza de Ribera de Duero, o con un Côte-Rôtie de aromas a frutas en aguardiente y vainilla.

Y por último combinaríamos un vino rosado, por ejemplo un Tavel, con un buen chocolate con leche, para lograr una sensación de frescura y sorpresa garantizadas.

En Da Silva Gastronomía hemos creado una innovadora colección de bombones, que maridan en sí mismos, chocolates de alta calidad con vinos: Fino, Ribera del Duero, Pedro Ximénez. Albariño, Cava y Rioja.