Café y chocolate, placeres con mucho en común.
Café y chocolate, una mezcla irresistible
Para saber si un maridaje combina hay que analizar la “doble naturaleza de los ingredientes”, es decir, sus características gustativas y sus propiedades alimenticias. La mezcla de chocolate y café no tiene ningún inconveniente, es más, son alimentos con un mismo hilo conductor o sabor, por lo tanto, la línea de aromas y sabores es totalmente compatible.
El café se puede calificar como un alimento empireumático, con sabores y olores particulares que se distinguen fácilmente. La impresión general es un aroma acido con un gran cuerpo, el retrogusto final del café es más amargo o punzante, con sabores similares al cacao.
Los dos son alimentos fruitivos estimulantes. La RAE define fruitivo como algo cuya posesión causa placer, en la alimentación son alimentos que no tienen una gran función nutritiva y se consumen por placer y deleite del consumidor.
En cuanto a su valor estimulante, hay que explicar que aunque se suele pensar que tanto el café como el chocolate comparten la cafeína, el elemento estimulante del chocolate es otra sustancia, la teobromina, de la que tiene mucho más porcentaje que de cafeína, que es tan baja que su efecto sería insignificante. Los dos suelen tener 40 mg de sustancia estimulante cada 100 g.
Las semillas de cacao tienen una parte externa, la cáscara, y otra interna, el germen. Ahora bien, para saber la cantidad de sustancias estimulantes hay que saber si se saca de la cáscara (0.3 % cafeína / 0.9 % teobromina) o del germen (0,7% de cafeína y 1,7% de teobromina). Del germen se separa posteriormente la manteca y los sólidos del cacao. En la manteca ya quedan cantidades indetectables de las dos sustancias estimulantes. Los chocolates negros tienen más proporción de cacao, que el chocolate con leche o blanco, por lo que contienen más teobramina, llamada también la sustancia de la felicidad.
Veamos los maridajes:
En la mezcla de cafés hay dos posibilidades. La mezcla por contraste (cafés acuosos amargos con chocolates dulces o ligeros) o por afinidad, se mezcla café con leche con chocolate con leche, se puede añadir caramelo. Un ejemplo sería el café Moka. Incluso el Tiramisú, compuesto por lácteos, bizcocho, amaretto, café y cacao.
Otro exquisito es el compuesto por chocolate, café y naranja o menta. Mezcla de dulce, amargo y ácido. Incluso se le puede incorporar un toque salado, no excesivo lógicamente, con frutos secos (avellanas, cacahuetes). La suma adecuada de varios o incluso de todos los elementos provoca una explosión de sabores.
Se puede mezclar el café cortado con un bombón de menta o un pastel de chocolate con frutas; el café con leche encaja con pasteles más suaves, con rellenos de chocolate blanco…
Café solo o expreso, una variedad muy concentrada. Debido a la intensidad de su sabor compagina con sabores fuertes como el chocolate negro puro.
En Da Silva Gastronomía tenemos infinidad de productos con los que acompañar y disfrutar de las mezclas de sabores anteriormente mencionadas. ¡No lo pienses y decide cuál quieres probar!
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